Tercera semana de marzo 2020. El año de la vaca

Lunes 16 de marzo 2020
Es la primera semana en que todas las viñetas tratan de lo mismo. Esta en concreto, llena de odio, da pábulo a que los madrileños son malos, porque nos han traído el bicho a provincias. Y… no; ¡eran malos de antes! Es broma, claro. Yo ya he estado confinado antes (curas, mili…) y en mucho peores condiciones. Esta sensación de irrealidad, además de un injustificable optimismo, junto con la asunción de que no salir de casa y tocarse los huevos es un servicio a la sociedad… y a que siguen dejando comprar alcohol, me está proporcionando momentos de preocupante hilaridad. Yo debo ser idiota.

Martes 17 de marzo 2020
Primera rueda de prensa de los tarugos de la Junta (la Junta de Castilla y León) sobre el asunto (el asunto es el coronavirus y su contagio). Que somos especiales. Que a nosotros no nos torean. Que tenemos CUESTIONAMIENTOS PROPIOS sobre la plaga. Gracias a Dios, nada de eso es cierto y seguimos el protocolo nacional. Tardío, según estamos comprobando, pero esperemos que suficiente.

Miércoles 18 de marzo 2020
Ojalá esta global amenaza vírica (lo que sería Gozdilla, no voy a poner carteles) nos enseñe que taifas y banderitas no valen para nada bueno ni útil. Pero dudo de que nadie aprenda una mierda. No suele ocurrir.

Jueves 19 de marzo 2020
Los mismos HIJOS DE PUTA que llevan mermando presupuestos, amortizando puestos y camas en hospitales, cerrando ambulatorios y racaneando medios para consultas rurales por motivos… ahora sacan pechito y dicen que tenemos grandes profesionales y bla, bla, bla…
Recordemos que en Castilla y León, por ejemplo, hemos convertido en diputados a siete sujetos de VOX, partido que ha expresado en multitud de ocasiones su propósito de eliminar la sanidad universal. Esos individuos y sus votantes deberían ahora… me voy a callar.

Viernes 20 de marzo 2020
Anécdotas de andar por casa. Nunca mejor dicho.

Sábado 21 de marzo 2020
Las bacterias suelen ser buenas. Son necesarias. De hecho somos más bacterias que otra cosa. Pero ahora la estrella son los virus. Que siempre me han vuelto loco. No están vivos, pero su relación con lo vivo… es… complicada.

Ah, el arzobispo de Valladolid (entre otros) mantenía abiertos sus locales y celebraba misas. En León, en Valladolid, en Burgos, en Ávila… Esta gente no vale más que para tocar los cojones. No solo en estos casos. Siempre.